Un programa que no respondió a las expectativas creadas, “¡qué bueno!”, dijo la alcaldesa Carmen Carrillo

Cuando la presidenta municipal de Nuevo Urecho, María del Carmen Carrillo Gaytán, se paró bajo el dintel de la puerta del palacio de gobierno local, de su pecho salió un suspiro de satisfacción al ver que en la plaza principal sólo había dos personas que hacían los trámites para hacerle frente al cáncer de mama y/o cérvicouterino y al de niñas y niños con cáncer.

Una de ellas, Beatriz Villa García, de la comunidad El Calvario, estaba en el módulo que atendía bajo la sombra de los árboles Eloy Jiménez Díaz, coordinador regional de la Secretaría del Bienestar. La mujer, de mediana edad, se acogía al Programa Bienestar, impulsado por el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, el cual a quienes batallen con la enfermedad les aportará 4 mil pesos mensuales, con el fin de que puedan tener recursos para la movilidad y alimentación en tanto atienden su problema de salud.

Carmen Carrillo cruzó a grandes zancadas la calle que separa la presidencia municipal de la plaza principal y saludó a los Servidores de la Nación, al coordinador regional de Bienestar y a la señora Villa García. “¿Cómo está usted”?, le dijo en tono afable, en tanto la nativa de El Calvario le explicó que poco a poco iba superando su enfermedad.

La alcaldesa se sintió reconfortada al ver que por vez primera un programa de gobierno no tenía una gran demanda. “Este no es como los otros”, dijo, en franca referencia a que en otras ocasiones se busca que la gente acuda para ofrecerle servicios como mastografias, o regalos como en los Días de Reyes, del Niño o de la Madre. “Este es diferente y qué bueno que no tenga esa demanda porque quiere decir que tenemos una comunidad sana”, exclamó.

En tanto, Eloy Jiménez reconoció la poca demanda al Programa Bienestar, e hizo referencia que en Zitácuaro, en el oriente de Michoacán, se han inscrito hasta 100 personas que paceden diversos tipos de cáncer. “A todas ellas existe el compromiso del gobernador Alfredo Ramírez de atenderlas con esmero y con sentido humano”, explicó.

Luego miró a la alcaldesa y a su secretaria de gobierno, Carina Amézcua Barriga, a quienes les reconoció que pese a la difusión que se le dio a la instalación del módulo de Bienestar no hubo buena respuesta. “Eso es bueno”, remató a la espera de más personas que serían acojidas a un programa que busca mejorar la calidad de vida de los sectores vulnerables de la entidad.