México, en busca del liderazgo de la CELAC

Por Carlos A. Montaño

Hace ya 11 años, que fue fundada la Comunidad de Estados Americanos y Caribeños (CELAC); el pasado fin de semana fue celebrada aquí en nuestro país, la 6ª reunión de jefes de estado, en la cual se abordarían alrededor de 44 puntos de interés para las naciones que conforman la organización, entre los que destacan la cooperación comercial, combatir efectos del cambio climático, vacunas contra pandemias como el COVID 19, frenar la migración hacia los Estados Unidos, entre muchas otras.

Como presidente temporal de la CELAC, Andrés Manuel López Obrador, no sólo ha intensificado su participación en temas internacionales, sino que busca posicionarse como líder de la organización, haciendo a un lado a la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Sus principales temas que empuja, son que Estados Unidos cancele el bloqueo que mantiene contra Cuba y prestar ayuda al gobierno del venezolano Nicolás Maduro. Sin duda, el interés del mexicano es muy notorio y evidente por apoyar a estos dos países; sin embargo, en dicha reunión hubo disensos que fueron los que permearon y dieron la nota internacional.

En la reunión de la CELAC, se pudo observar una gran división y molestia de algunos presidentes, entre ellos el de Uruguay quien de manera clara sostuvo: que participar en la reunión, no significaba ser “complaciente” con países en donde “no hay una democracia plena”, y me preguntó: ¿Sólo lo dijo por Cuba y Venezuela?, o también por México, que va por el mismo rumbo.

Y el presidente Lacalle fue más allá, tras señalar que en estos países, «se utiliza el aparato represor para acallar las protestas, cuando se encarcelan opositores». Con «voz tranquila pero firme, debemos decir con preocupación que vemos gravemente lo que ocurre en Cuba, en Nicaragua y en Venezuela», apuntó sobre las denuncias de violaciones de los derechos humanos en esos países.

Esta 6ª reunión de la CELAC, culminó con una clara y marcada división entre los países participantes; le alcanzará al Presidente mexicano para sustituir a la OEA y convertir a esta agrupación en un organismo autónomo, parecido a la Unión Europea.

Seguramente no, porque muchos mandatarios están en contra de que se utilice el poder para someter al pueblo y sobre todo controlar a los diferentes poderes del estado, violando los derechos humanos, utilizando el aparato gubernamental de poder para acallar voces y perseguir a contrincantes políticos, ¿le suena parecido? Por hoy es todo, hasta la próxima.