QUIEN ADOCTRINA NO GOBIERNA, FANATIZA

POR RAFAEL MORALES GONZÁLEZ
REGIDOR DE MÚGICA
A 10 de diciembre de 2020

Invariablemente, no toda actividad intelectual redunda en beneficio del desarrollo de la sociedad, ni todo lo que se dice, se hace o se instruye tras un escritorio, bajo cualquier investidura, sacrosanta o no, ni siquiera lo ordenado por aquel que se diga de plumaje exótico, sacado de una epopeya homérica o de linaje incorrupto, necesariamente deba o tenga que ser lo que más le convenga al resto de los mortales, ni tampoco nos debe extrañar que su propósito u objetivo final sea otra cosa que, la preservación del status quo.

La historia es muy sabia, está diseñada para enseñar a cada quien lo que debe saber. El pueblo debe tener cierto conocimiento y punto, hasta ahí. De lo demás se encarga quien se tenga que encargar. Así funciona la dinámica.

Siempre he creído que, la ignorancia es el peor de los males, porque esclaviza al ser humano a un estado natural de las cosas que, limita la visión del mundo y tergiversa el propio concepto del bien y del mal, al mismo tiempo que justifica y acepta la miseria en que se vive, como si de un designio divino se tratara. Sin embargo, a veces creo que, la verdad es terrible, el conocimiento también condena, no hace verdaderamente libre a nadie, al contrario, es como dice la Escritura en uno de sus sacros textos: «Nadie enciende una lámpara para luego ponerla en un lugar escondido o cubrirla con un cajón, sino para ponerla en una repisa, a fin de que los que entren tengan luz” Lucas 11,33. Es muy claro el mensaje. El conocimiento implica una enorme responsabilidad para quien lo posee; es igual a quien administra un gran poder, es responsable de lo que con él haga.

Es hasta cierto punto indignante, pero también es muy comprensible, y quizá sea lo mejor, que, la inmensa mayoría de la gente no sepa que, quienes a lo largo de la historia han tenido el poder o lo tengan actualmente hayan empleado o empleen cualquier artimaña para seguir conservando el poder acumulado, debido esto a que no es el trabajo de un solo hombre, sino de todo un equipo, el cual pretende seguir degustando de las mieles conquistadas. Para ello emplean, diversas estrategias, una de ellas es el adoctrinamiento. Por ejemplo, Adolf Hitler, brillante orador, excelente estratega, líder del partido NAZI, quien el 30 de enero de 1933 asumió el cargo de Canciller, provocando previamente el fin de la República de Weimar, una democracia parlamentaria, transformando rápidamente el gobierno, llegado a un punto en que, prácticamente los alemanes no tenían ningún derecho básico garantizado. Desde los primeros meses de la cancillería de Hitler los nazis se hicieron del control de la economía, de la educación, de la cultura, de la ley, intentando también controlar a las iglesias, teniendo el apoyo de la mayoría del Clero Católico y de los Protestantes. En 1934 Hitler asume el control de la Presidencia de Alemania, iniciando una dictadura como Presidente del Reich (Director del Estado), Canciller del Reich (Director del Gobierno), y Fuehrer (Director del Partido NAZI). Hitler en sí mismo reunía el Poder Legislativo y el Poder Político, a la vez que gobernaba.

Pocos saben que, Adolf Hitler hizo un excesivo uso de la propaganda para hacerse publicidad y proyectar su imagen y la de su gobierno, asimismo, desarrolló toda una propaganda en la cual hábilmente se difundían mentiras de sus adversarios políticos, los judíos. Se recurrió a la impresión de panfletos y carteles, para difundir mensajes propagandísticos. La tecnología del momento, los discursos, la música marcial y el cine fueron herramientas que el doctor Paul Joseph Goebbels, brazo derecho del Fuehrer y autor de 50 libros, utilizó para influir no sólo en Alemania, sino más allá de las fronteras del pueblo ario, consolidando así la dictadura hitleriana, hasta su culminación, el 30 de abril de 1945.

Como podemos ver hasta aquí, lo que otros líderes como Stalin en Rusia, Mussolini en Italia o cualquier otro personaje de la historia hizo o hiciere en su nación para adoctrinarla, podría ser un juego de niños comparado con toda la maquinaria que los alemanes desarrollaron en perjuicio de su pueblo, pero principalmente de la raza judía. No me extiendo más en el tema de Hitler y sus hazañas doctrinales, ya que es bastante amplio el contenido y horrorosos son sus hechos.

Creo que, el adoctrinamiento no se puede evitar, en nuestros tiempos se hace de diversas maneras: el cine sigue vigente, la música, la televisión, la educación y las guías son las herramientas actuales. Cada quien lleva su propia cruz y es adoctrinado hasta donde lo permite, y de manera involuntaria hasta donde las leyes lo manden.

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