Entre asfalto y matracas y cartulinas

Hace apenas unas dos horas el alcalde de Uruapan, Nacho Campos, ondeó la bandera con la cual dieron inicio a los trabajos de reconstrucción de la Calzada Benito Juárez, una de las más importantes en cuanto a movilización vehicular se refiere, ya que permite la circulación de más de 25 mil automóviles diarios de todos los calibres, es decir, desde motocicletas hasta unidades de varias toneladas de peso.

Es una larga lengua de asfalto la que se va a rehabilitar, ya que se pretende que en un lapso de dos meses quede en perfectas condiciones desde el tramo que abarca el entronque de la Calzada Juárez y la Avenida Chiapas, hasta el entronque que está a la salida a Carapan, esto es, concretamente hasta la Avenida Fray Juan de San Miguel. Es en sí todo el asfalto que a través de los años se ha hecho añicos y que hace muy tortuoso el tráfico por esa zona.

Nacho Campos ha pedido a la población su apoyo y comprensión ante la aplicación de las mezclas asfálticas en la Calzada La Fuente y ahora en la Calzada Juárez. Ha dicho que con el debido mantenimiento estas vialidades bien pueden darle un servicio de calidad a la población durante más de 20 años. Pero si uno es quisquilloso, receloso, intrigante, dubitativo o escéptico, pues uno puede decir que no es verdad lo que dice el edil.

Si así pensáramos la mayoría de los uruapenses ante la llegada de estas obras que tanto esperábamos, entonces nos queda el recurso de recurrir a tratados sobre la calidad del asfalto, su durabilidad, entre muchos aspectos técnicos más. Según Escudero Grupo Empresarial, que tiene el lema “Caminos y Carreteras que Perduran”, nos dice que “tras aplicar todas las capas, inicia la vida de la carretera que va entre 5 a 20 años. 15 años son los mínimos para que consideres una vía de comunicación”. Esto, claro, con su debido mantenimiento, tal como lo indicó Nacho Campos.

En sí existe mucha literatura en torno a la aplicación del asfalto y por lo general toda con puntos coincidentes en su calidad y durabillidad. Por esa razón no debemos ser tan escépticos ante el progreso de ahora empieza a registrar Uruapan, ciudad a la que desde hacia por lo menos tres administraciones no se le aplicaban obras de esta naturaleza.

Nacho Campos entró con ganas de trabajar. Hasta el momento con una inversión de 200 millones de pesos, el gobierno local le ha dado nueva vida a la Calzada La Fuente, y al Bulevar Industrial, y ahora a la Calzada Benito Juárez, y en unos meses más a la Avenida San Francisco, la que nos lleva al Hospital Regional. Eso queríamos en realidad los uruapenses, que nos llegara el progreso en materia de mejoramiento de vialidades, tal como se ve en ciudades de Querétaro, Guanajuato, Jalisco o Sinaloa, por citar algunas entidades.

Confiemos pues y bienvenidas sean las obras que tanto reclamamos a aquellos gobiernos que sólo querían darnos lucha libre y que hasta crearon un manual de porras llamado “Matracas y Cartulinas” (Aldo Macías) y el de Víctor Manríquez, que sólo hizo parches en vialidades sin dar una respuesta a fondo a las necesidades de la población.Esta mañana vimos que el progreso con Nacho Campos va en serio… y sin tantos reflectores.