Reconocimiento a la diversidad sexual, es un tema de derechos: Fanny Arreola

-Junio es significativo para ahondar la cultura contra la discriminación y violencia por la identidad y preferencia sexual de las personas, pues por un lado se tiene el 25, el Día Mundial de la Diversidad Sexual, y el 28, el Día del Orgullo LGBT.

El reconocimiento a la diversidad sexual es un tema de derechos, y de la posibilidad de que toda persona haga pleno ejercicio de éstos sin menoscabo alguno, recalcó la diputada Fanny Arreola Pichardo, coordinadora de la Representación Parlamentaria de la LXXV Legislatura del Congreso del Estado.

La diputada por el Distrito de Apatzingán recordó que junio es especialmente significativo para ahondar la cultura contra la discriminación y violencia por la identidad y preferencia sexual de las personas, pues por un lado se tiene el 25, el Día Mundial de la Diversidad Sexual, y el 28, el Día del Orgullo LGBT.

“El reivindicar los derechos humanos de las personas gays, bisexuales, lesbianas, pansexuales, travesti, transgénero, transexual e intersexuales, es condición permitido avanzar en el reconocimiento y respeto a la diversidad sexual”.

Fanny Arreola señaló que se debe construir una sociedad incluyente y tolerante hacia la diversidad sexual y hacia las diferentes estructuras familiares que conviven en la realidad social actual, pues defender la diversidad sexual implica defender la vida democrática de nuestras sociedades.

“Es necesario propiciar el reconocimiento de que la homofobia en todas sus modalidades y expresiones es un problema de discriminación que atañe a toda la sociedad y para erradicarla es necesario transformar importantes aspectos de las estructuras e instituciones del Estado, así como otros aspectos sociales”.

Abundó que siete de cada diez personas no heterosexuales señala estar totalmente de acuerdo y de acuerdo en parte, en que en México no se respetan los derechos de las personas homosexuales y bisexuales.

En ese sentido recalcó que la discriminación, como práctica social, fortalece la intolerancia a la diversidad y facilita los abusos de la autoridad, y en muchos casos, promueve la ruptura de las familias y el odio entre los grupos sociales.