Contextos: Periodismo que impulsa el desarrollo de la región

“REMEMBRANZAS”

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“El Bolillo, el bolillo”

Muy temprano se escucha la voz de los chamacos que; caminando, en bicicleta, y alguno que otro en motocicleta, pasan gritando por todas las calles del pueblo, ofreciendo el bolillo calientito, que los “Hermanos Barrera” elaboran a la leña, y que han tenido una idea innovadora que ha puesto en movimiento a un enjambre de chamacos, que utilizan su tiempo libre distribuyendo éste manjar por nuestro pueblo, obteniendo con esto, una entrada más en apoyo a la economía de la familia.

¿Explotación infantil? “Para nada”, me propuse investigar al respecto, y resulta que todos los chamacos me contestaron que lo que ganaban por la venta, lo utilizaban para sus gastos personales, y algunos ayudaban apoyando a sus papás, pero que ninguno era obligado a trabajar en esto. ¿Serán aspiracionistas?.

¿Y por qué Remembranzas?

El año 1950, Yo contaba con 8 años de edad, y recuerdo que Cholita (mi madre) salía todas las tardes con una palangana de metal plateado que le servía para traer el pan que compraba en la única panadería que había en el pueblo, y que por cierto, de muy buen sabor y presentación, como para recordar a Don Rafael “X”, que después de surtir el pedido, les daba a las señoras la ganancia (una pieza de pan extra).

En estos años, Arteaga, no pasaba de 2 mil habitantes, y todos se conocían y saludaban con respeto.

¿Y el mercado? “Ni idea”.

En el Portal Guerrero, Don Arturo Martínez, tenía expendio de carne de res, de puerco, de chivo, huevos de gallina, frijol, maíz, especias y algunos otros productos que en esas fechas llegaban al pueblo. En el mismo portal tenía su negocio de verduras y frutas, Toño (el Troche y Moche), que anunciaba sus productos de una forma muy simpática; “Tengo chiles para rellenar, señoras”. Y tantas cosas más que solamente los que vivimos esa bonita época podemos platicar, ya que ahora existen servicios de toda clase (carnicerías, fruterías, farmacias, supermercados, minisúper, abarrotes, vinaterías, restaurantes, cafeterías, pastelerías, y otros servicios que se requieren para satisfacer las necesidades de una población de más de 20 mil habitantes).

“Este es mi pueblo, que sigue conservando su origen altivo y orgulloso, que los originales nativos debemos preservar con orgullo”.

Ánimo

Mario Gómez Aburto

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