Por Carlos A. Montaño
Para muchos politólogos y conocedores del tema, el “Programa de Gas Bienestar”, tiene un trasfondo político, y no es otro, más que recuperar los votos perdidos en la Ciudad de México y del país, para reposicionar a una de las delfines de mandatario mexicano.
Pero como la mayoría de las políticas del Gobierno de la República, no sólo se miente y se traiciona, sino que se falla, se miente y se traiciona a un pueblo que vive de esperanzas y de sueños guajiros.
Parece ser, que el Presidente ésta empeñado en regresar a políticas fallidas e ineficientes de priistas corruptos, tal y como sucedió en los años 70´s, en el gobierno de José López Portillo. Crear una paraestatal de la nada o por capricho, no es algo simple o sencillo; se requiere de una amplia infraestructura, que garantice seguridad, equipo y personal muy bien calificado.
De manera rimbombante, el Presidente anunció el citado programa, diciendo que se venderían cilindros de gas de 20 y 30 kilos a “bajo precio”; ahora sabemos que sus costos son de 400 y 600 pesos, respectivamente.
Una mentira más de la 4T; primero debió acabar con los abusos que cometen las empresas que controlan el mercado y que afectan a más de 16 millones de familias; sin duda, la participación de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) en este caso y en el de la gasolina y la energía eléctrica, sería fundamental para poner orden y disciplina en los altos costos de estos servicios.
Es verdad que acabar con los grandes monopolios, no es una tarea sencilla; por eso precisamente no se debe mentir ni traicionar; porque el apoyo de los monopolios hacia la 4T, es un hecho y una realidad tangible; ¿Usted cree que Carlos Slim, por ejemplo, pagará gratis los daños de la línea del metro que cayó? ¿Cuál será la recompensa?
Mentir y traicionar al pueblo, es algo que no se le perdonará a la 4T. Como tampoco ellos, le pueden perdonar a Ricardo Monreal Ávila, el hecho de que no haya conseguido los votos suficientes para extender el periodo de sesiones legislativo y que se la haya jugado con candidatos contrarios a Claudia Sheinbaum en la Ciudad de México.
Mover a Olga Sánchez Cordero al senado, es una guerra abierta contra Monreal para neutralizarlo y dejarlo fuera de la carrera presidencial. Pero el zacatecano, no será una piedra fácil de hacer a un lado. La guerra en la 4T, por la sucesión, ha iniciado, aún hay mucho por ver. Hasta la próxima.
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