RAFAEL MORALES GONZÁLEZ
REGIDOR DE MÚGICA
SEPTIEMBRE DE 2020
Tristes y grises lucen las calles de mi pueblo, año tras año pasan los días, vaivenes singulares son testigos de mil y una cosas que ellas vieron; ¡cuántas riñas apreciaron de niños callejeros, sin estudios los más, hambrientos casi todos, en un pueblo naciente hace apenas como un siglo!
Los años pasaron y siguen pasando, y las calles de mi pueblo contemplando a su gente, muchachas hermosas, y otras no tanto, pero todas graciosas, trabajadoras eso sí, recorren sus trazos, vendiendo unas cosas, trayendo y llevando entre sus haberes, raspados de hielo, churritos y picos de gallo, traen un poco de todo, uchepos, semillitas o vasos de elote, tamales y hasta platos con mole.
Y pasan los días y siguen pasando, y las calles de mi pueblo, siguen creciendo, más casas, más gente, más niños jugando; antes, cuando yo era niño, las canicas eran sacrosantas, los trompos y baleros por igual, los yoyos no tanto. Pero al final de cuentas, la infancia era otra, más rústica quizá, pero más entrañable, fatigaba el cuerpo, mas no tanto la alma. En los juegos de hoy no hay tradición, nada de valores, ni fomentan la amistad, sólo el consumo y la vanidad.
Las calles de mi pueblo, siempre tan iguales, desde que yo era niño, sin mejoras, una que otra con metros de empedrado, y eso que somos “un pueblo grande”. Veo otros pueblos, en otros Estados, 3 veces más chicos en habitantes y sus calles con pavimento, y en vías de crecimiento; sólo aquí van y vienen los años, unos gobiernos llegan y otros van, y las calles de mi pueblo siguen igual. Sin pavimento, sin esperanza de crecer.
Qué tristes lucen las calles, polvorientas de mi pueblo, olvidadas de todo gobierno; ni los vecinos ni los fuereños visitantes comprenden por qué. Yo tengo una noción, y quiero exponerla. No culpo en particular a nadie, culpables somos todos que somos egoístas, que todo queremos gratis y que venga del gobierno. Es tiempo de replantear nuestra participación ciudadana, nuestra acción y aportación política, debemos sumarnos todos para mejorar nuestro entorno, para embellecer nuestros pueblos. Es tiempo de empezar a ser mejores ciudadanos…
Basta de programas sociales, necesitamos crecimiento real, que nuestros pueblos reciban más obras, que beneficien a todos, seamos sensatos, abramos los ojos, pero… lo olvidaba, somos mexicanos, y nos conformamos con que nos den a nosotros, no queremos el progreso, para qué, si el que no transa no avanza. Desgraciadamente este es el pensamiento de la mayoría de los mexicanos.
Qué triste, viendo las cosas como las veo, creo que por varias décadas más las calles de mi pueblo, seguirán siendo polvorientas.
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